TERCER DIA
ORACION
¡Oh!
amabilísimo Jesús que, siendo la suma inocencia te sujetaste, por librarnos de
las eternas prisiones, a se como reo aprisionado, y atado como Isaac para el
sacrificio; contemplo Jesús mío a los crueles verdugos que tan cruelmente te
atan a la columna para azotarte con más libertad; te estrechan contra la
columna de piedra, de modo que entumecidos los brazos revienta la sangre por
las yemas de los dedos. Mi sensor, mi bien, mi luz y mi guía; dadme luz para
imitarte y con la mayor ternura de mi corazón decirte: ;Oh gloria de los
ángeles! ;Oh creador misericordiosísimo de cielos y tierra! ;Oh amante de las
almas puras! Es posible. Dios mío que cuando tu por mi amor entregas a los
cordeles tus divinas manos para que las mías gocen de eterna soltura, las he de
ocupar yo en quebrantar tu santa ley? Que cuando por desatar mis prisiones
permitiste ser tratado como reo yo me he de emplear en malas obras? No Sensor,
basta de esta mala correspondencia; quede impresa en mi alma tu fineza, alcance
de tu piedad de particular favor que solicito. Amen.
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